Fecha: 14 de octubre de 2024
El acto que hemos presenciado hoy no es un acto menor. Hemos elevado en el Valle del Cauca, en Colombia y en el Pacífico colombiano, la bandera de las Naciones Unidas es una bandera que representa la paz mundial. Desde 1948 esa bandera significa las garantías para que los pueblos y naciones diversas del mundo tengan un foro de interlocución en búsqueda de la paz para impedir que la confrontación armada sea el escenario que lleve a la destrucción de los pueblos.
Esa bandera elevada en Colombia, en un territorio que en el 2016 un emblemático acuerdo de paz buscó un faro para resolver por la vía del Estado social de derecho sus conflictos internos, para lograr resolver la injusticia social, para resolver la exclusión por género, por raza, por regiones, hoy se erige en un país en búsqueda de la paz.
Una paz que no es fácil de conseguir, pero en donde hay un gran propósito colectivo y no puede ser elevada para un mejor propósito en Colombia que para buscarla Paz con la Naturaleza. Esa es la búsqueda fundamental del siglo XXI, es la búsqueda en donde se va a definir en el fondo el futuro de la humanidad. Esa Paz con la Naturaleza abre la pregunta de replantear de fondo el modelo de desarrollo capitalista industrial en el que hemos vivido con base en combustibles fósiles.
Es el momento en que la diversidad cultural de todo el planeta, el conocimiento ancestral de toda la experiencia humana en los millones de años de la historia del planeta, que apenas somos una anécdota, la especie humana en esos 4.600 millones de años que tiene el planeta, busque a sí mismo reconciliarse con los ciclos ecológicos de la vida y, por lo tanto, erigir esa bandera azul implica que el Centro de Eventos Valle del Pacífico se convierte en el anfitrión del mundo para esta gran discusión, para esta búsqueda de fondo de salvaguardar todas las formas de vida no solo la vida humana porque entendiendo que si salvaguardamos todas las formas de vida nos estamos salvaguardando a nosotros.
Elegimos un principio que es un principio de Paz con la Naturaleza, pero que también significa la búsqueda de la paz entre los pueblos, ojalá, Cali 2024 sea un antes y un después para Colombia en reconocer su valiosa riqueza cultural y de biodiversidad y cómo potenciarla para un futuro de bienestar para todos. Ojalá, Cali 2024 sea un antes y un después de la movilización mundial de los pueblos hacia la búsqueda de poner la biodiversidad como un propósito de paz conjunto. Ojalá, Cali 2024 sea esa última piedrita que le falta al mar para esta gran movilización mundial, pero también ojalá, Cali 2024 sea recordado como un símbolo que logra equilibrar la balanza en esa difícil confrontación armada que vivimos en el mundo en momentos en donde se asoma nuevamente el genocidio.
En momentos en donde nuevamente la guerra entre las naciones está al orden del día ojalá, Cali 2024 sea ese faro de luz también para la Paz con la Naturaleza y la paz mundial. Recibimos desde Colombia con los brazos abiertos a todos los pueblos indígenas, afrodescendientes, campesinos, activistas ambientales, sociedad civil, organizaciones internacionales y por supuesto a las delegaciones de los gobiernos para que en un proceso amplio, democrático y participativo busquemos conjuntamente esas propuestas de Paz con la Naturaleza y desde este momento el Centro de Eventos Valle del Pacífico se constituye en una zona de jurisdicción internacional para generar las garantías de esta importante negociación y bueno ahora sí se volvió real: entramos a la COP16.