África en la COP16: Reconociendo el papel clave de las áreas conservadas por comunidades en la conservación y Biodiversidad
África, con su vasta biodiversidad y conocimientos ancestrales sobre la gestión sostenible de la tierra y el agua, enfrenta el reto de dar visibilidad y reconocimiento a sus prácticas tradicionales de conservación. En el marco del Día de África en la COP16, se destacó la importancia de las Áreas Conservadas por Comunidades (CCA) y Áreas Protegidas (PCA) para lograr los objetivos del Marco Mundial de Biodiversidad de Kunming-Montreal (GBF), particularmente la Meta 3, que promueve la expansión y consolidación de áreas protegidas.
Sin embargo, muchas de estas áreas, como las arboledas sagradas de Ghana y los bosques Kaya de Kenia, aún no están registradas como CCA u Otras Medidas Efectivas de Conservación Basadas en Áreas (OECM). Esto limita su reconocimiento y su inclusión en los reportes globales de conservación. La discusión en la COP16 se centró en cómo integrar mejor estas áreas en las estrategias nacionales y regionales, apoyando la implementación del GBF en África.
Además, con el 70% de la población africana compuesta por jóvenes, se resaltó la importancia de involucrar a las nuevas generaciones en la toma de decisiones sobre conservación, asegurando que las soluciones para la biodiversidad sean sostenibles en el tiempo y tengan un impacto duradero.
Integración de pueblos indígenas y comunidades locales en la conservación de la biodiversidad en la industria energética
El crecimiento de la industria energética, incluyendo el petróleo, el gas y las energías alternativas, está poniendo cada vez más presión sobre los ecosistemas ricos en biodiversidad, muchos de los cuales son el hogar de pueblos indígenas y comunidades locales (IPLC). Un informe conjunto de la UICN y WWF subraya que los objetivos del Marco Global de Biodiversidad de Kunming-Montreal (GBF) no podrán alcanzarse sin la plena participación de estos grupos.
Las Metas 1, 3, 5, 9, 19, 21 y 22 del GBF subrayan la importancia de incluir a los IPLC en los esfuerzos de conservación, reconociendo sus derechos y conocimientos tradicionales. La industria energética está comenzando a adoptar buenas prácticas, como el desarrollo de guías y la colaboración con organizaciones como Ipieca, UICN y F&F, que trabajan para mitigar el impacto ambiental y social de sus operaciones.
Un ejemplo de estas prácticas es la Evaluación de Impacto Ambiental, Social y de Salud (ESHIA), que se utiliza para analizar y reducir los efectos negativos sobre la biodiversidad y las comunidades afectadas. Además, se están desarrollando iniciativas como la caja de herramientas para IPLC y los acuerdos de desarrollo comunitario, que buscan integrar a las comunidades en la planificación y ejecución de los proyectos energéticos.
En un evento paralelo en la COP16, organizado por Ipieca en colaboración con UICN y F&F, se exploró cómo la industria energética y las organizaciones de conservación pueden trabajar juntas para garantizar una transición justa y equitativa. Los representantes de los IPLC compartieron sus experiencias y desafíos, brindando una perspectiva única sobre cómo colaborar para proteger la biodiversidad mientras se desarrollan proyectos energéticos.
Transición justa en la Amazonía: El papel del Tratado de Cooperación Amazónica y los pueblos indígenas
La Amazonía, con su importancia crucial para el clima global y la biodiversidad, está en el centro de los debates sobre transición justa y desarrollo sostenible. El Tratado de Cooperación Amazónica (TCA), suscrito por ocho países miembros de la Organización del Tratado de Cooperación Amazónica (OTCA), es un marco clave para el desarrollo armónico de esta vasta región. Este tratado no solo promueve el desarrollo sostenible, sino que también se alinea con los objetivos del Marco Global de Biodiversidad de Kunming-Montreal (GBF), que incluyen detener la extinción de especies y proteger la diversidad genética.
En este contexto, los gobiernos autónomos de los pueblos indígenas desempeñan un papel crucial. Estos pueblos han conservado sus territorios de manera sostenible durante generaciones, gestionando los recursos naturales de forma equilibrada con el entorno. Este modelo de conservación no solo protege la biodiversidad, sino que también asegura el bienestar de las comunidades indígenas, quienes dependen de la salud de los ecosistemas amazónicos.
Durante la COP16, se enfatizó la importancia de integrar a los pueblos indígenas en la transición justa, garantizando que sus derechos sean respetados y que sus conocimientos tradicionales sean aprovechados en la formulación de políticas. Los pueblos indígenas son guardianes clave de la biodiversidad amazónica, y su participación es esencial para alcanzar los objetivos globales de conservación y sostenibilidad.